domingo, 25 de agosto de 2013

Magno.

¿Recuerdas cuándo
éramos inmortales?

Ni las noches más largas
ni  los días más cortos nos pesaban.

Yacíamos incombustibles,
cabalgando tormentas
bañándonos en lluvia virgen,
aquella que no llegaba a rozar suelo,
la que no se daba de bruces
contra los sueños rotos
con los que se construyeron esta ciudad.

¿Recuerdas?
La luna nos atestiguaba
y todos nos avisaban,
pero nadie les escuchó.

-Gonzalo Gómez Córdoba-